Comprar un microscopio puede acabar siendo una experiencia muy frustrante; las expectativas de los peques, e incluso las nuestras, suelen ser muy altas. Tras abrir la caja y tratar de usarlo es frecuente que sobrevenga una gran decepción…
¡No se ve nada! ¡Esperaba otra cosa! ¡Menuda miiiiii… de microscopio!
Una de las causas es que las fotografías que muestran muchas de las cajas en las que vienen los microscopios, la mayoría de las veces no se han realizado usando el aparato que adquieres, o si lo son, corresponden a imágenes tomadas en condiciones ideales por expertos, algo que difícilmente va a poder conseguir un usuario recién iniciado.
En ocasiones, incluso se trata de espectaculares imágenes 3D proporcionadas por microscopios electrónicos de barrido (SEM). La diferencia entre unas y otras es abismal: la primera de las fotos que os presento es de un tardígrado al SEM de la magnífica colección fotográfica de eye of science, un pequeño bichejo que podéis encontrar viviendo en el musgo.

eyeofscience.de
Y bajo estas líneas podéis observar el mismo «bichillo» visto con un microscopio óptico de bastante calidad, si estáis experimentados en la toma de muestras y conseguís un correcto enfoque.
Aunque esta segunda imagen también es fascinante, «no hay color», aunque la primera sea originalmente en blanco y negro y coloreada por ordenador.
La otra causa más común de la decepción inicial es que la microscopía requiere de ciertos conocimientos básicos y algo de práctica. No basta con desembalar, poner bajo el objetivo cualquier cosa que encontremos por casa o en el campo y mirar por el ocular para que aparezca algo sorprendente que nos deje maravillados.
Por último, también es un factor importante la calidad del aparato que adquiramos, y como es normal, cuando por primera vez compramos un microscopio a nuestr@/s hij@/s para ver si les interesa el tema, no solemos invertir mucho, puesto que no sabemos si lo usarán o si, tras los primeros días de novedad, el aparato engrosará el «rincón de los objetos olvidados».
El mayor o menor éxito en la experiencia con un microscopio o lupa depende principalmente de cinco factores:
- Tipo del aparato.
- Calidad (≅ «dinero que podamos invertir»)
- Selección del experimento adecuado.
- Correcta preparación de la muestra.
- Pericia y experiencia.
Cuando os hablamos sobre libros de seres vivos microscópicos, muchas personas nos pedís que os recomendemos un microscopio para vuestr@s hij@s y, aunque tenemos experiencia en el tema (somos dos biólogos en casa), nuestros equipos y los que hemos manejado son generalmente profesionales, por lo que no nos atrevemos a recomendar equipos para niños, puesto que no los hemos probado.
No obstante, en esta reseña, vamos a tratar de aportaros la información sobre el tema que pensamos os puede ser útil a la hora de decidir, y vamos a tratar de hacerlo de forma amena para que no se convierta en un “tostón técnico” (ya nos diréis si lo hemos conseguido). Al final os hacemos un recopilatorio de libros en los que os podéis apoyar para iniciaros en este campo.
Lupas y Microscopios: parecen lo mismo pero no lo son
Lo primero que precisamos conocer es que en el mercado se llama comúnmente «microscopio» a dos tipos de aparatos muy parecidos en su forma, y que ambos sirven para ampliar, pero que son distintos en sus características, funcionalidad y requerimientos.
Por un lado tenemos las lupas binoculares -o estereomicroscópios-, y por otro los microscopios propiamente dichos. Como podréis ver tienen un gran parecido pero no son iguales:
Las lupas binoculares o estereoscópicas
Cuando hablamos de lupas, probablemente os imaginéis una lupa “de mano” como las que usan los detectives de las pelis, pero también existen las lupas de laboratorio, denominadas lupas binoculares o estereoscópicas.
Están pensadas para poder observar cualquier superficie, viva o muerta, hasta un nivel de detalle asombroso (dependiendo de los aumentos disponibles, claro). A diferencia del microscopio, las imágenes las veremos en 3D y con sus colores reales.
No requieren de muchos aumentos por lo que suelen tener entre 7 y 40 (7x – 40x) aunque pueden llegar hasta los 90x, como la que tenemos en casa, que desde hace años nos está proporcionando grandes momentos de descubrimiento del mundo de lo diminuto.
Quizá por este motivo, el de los escasos aumentos comparado con otros modelos que ofrecen hasta 1.200x, las hayáis descartado de vuestra lista de la compra, pensando que son peores, pero debo deciros, primero, que no son peores sino que se usan para ver cosas distintas, y, segundo, que nos parece la opción más apropiada para iniciarse. ¿Por qué? Pues porque lo que queráis observar no necesitará de preparación alguna y podréis empezar a disfrutar casi desde el principio, por lo que la usareis mucho más que un microscopio.
¿Qué podéis ver extragrande con una lupa binocular? Pues por ejemplo:
- Las hojas de cualquier planta: suelen tener “pelos”, “venas”, e incluso en algunas podremos observar los estomas (pequeñas aperturas para intercambiar gases con la atmósfera).
- Insectos pequeños o partes de insectos grandes: muchos tienen “pelo” por todo el cuerpo, más de dos “ojos”, o estructuras de película de ciencia ficción. Un piojo a la lupa parece una gran araña alargada a la que podremos ver sus órganos internos y la sangre que nos ha «chupado» (si estaba en nuestro pelo), puesto que su exoesqueleto es transparente.
- Polen, semillas o esporas de hongos.
- Una bolita de musgo que a través de la lupa parece un bosque con sus “animalillos” (normalmente tardígrados o gusanos nemátodos).
- Arena de la playa. Es fascinante poder apreciar las formas tan diversas de sus granos y encontrar, escondidos entre ellos, pequeñas conchas, caracolillos o incluso espinas de erizo.
- Células vegetales utilizando las capas finísimas de cebolla.
- Una micro astilla clavada en vuestro dedo o la pequeña fractura de la montura las gafas en la que queráis introducir una microgota de pegamento para repararlas.
Para manipular las muestras podéis haceros con un estuche básico de disección de biología que tenga bisturí, pinzas, tijeras y una especie de pincho que llamamos aguja enmangada y que es muy útil para mover la muestra mientras miramos por los oculares de la lupa.
Manejo
Las lupas son fáciles de manejar en cuanto a enfoque, aunque, si no se han usado nunca, requieren de algo de práctica y haber ajustado correctamente la separación entre los oculares a la separación entre nuestros ojos (hay un ajuste adicional si tenemos diferencias de capacidad visual de un ojo a otro). Cualquier criatura que sea capaz de usar unos prismáticos puede manejar una lupa estereoscópia. Además de la rueda de enfoque, disponen de otra rueda de cambio de aumentos o de zoom (los modelos más baratos sólo disponen de 1 o 2 posiciones de aumento, normalmente entre 10 y 40x, y el paso de uno a otro se hace cambiando los oculares).
Como ya he comentado, desde nuestra experiencia, es la elección ideal para familiarizarse con la microscopía, aprender a enfocar, preparar muestras sencillas y fascinarse con toda la belleza de la naturaleza que suele permanecer oculta a nuestros ojos.
En cuanto al precio, en Amazon los hemos visto a partir de 39€, pero hay que tener claro que la calidad y resolución de las imágenes depende directamente de la calidad de la óptica, y esta del precio del aparato. Los equipos de cierta calidad empiezan a partir de los 200€, pero seguro que se puede pasar buenos ratos de descubrimiento con equipos inferiores.
Lupas digitales
Además de los equipos ópticos, están las lupas digitales, conocidos como microscopios digitales. Se conectan al ordenador o al móvil y prometen hasta 1000 aumentos, algo que, al menos en aparatos de bajo coste, se cumple pero a costa de imágenes de escasa nitidez. En casa tenemos una de 500x que nos costó unos 50€ y las muestras observadas con ella a máximo aumento, aunque más grandes, tienen mucho menos detalle que vistas a través de nuestra lupa binocular óptica de 90x. Podéis comprobarlo en las siguientes imágenes del ojo de una mosca observadas con 500x de la lupa digital y 90x de la lupa óptica.
Eso sí, tienen la ventaja de que es mucho más fácil que la experiencia de la observación sea una actividad familiar, puesto que las imágenes se observan desde una pantalla a la que varias personas pueden acceder. Con las lupas ópticas, para conseguir el mismo efecto, es necesario disponer un adaptador para cámara o para móvil.
MICROSCOPIOS
El microscopio está diseñado para poder observar cosas con mucho mayor aumento (40-1.500x), pero a condición de que la luz pueda atravesarlas. Como imaginarás esto implica que las muestras deben ser ultrafinas, de forma que puedan ser dispuestas entre dos pequeños y finos vidrios llamados porta y cubre.Si haces una búsqueda rápida, por ejemplo en Amazon, verás que la mayoría de microscopios que aparecen llegan, al menos, hasta los 1.000 aumentos, pero los precios van desde los 60€ hasta más de 2.000€. Evidentemente los más caros se los ve mucho más robustos y aparentes, siempre binoculares (para mirar con los 2 ojos) o trioculares (para poder poner también una cámara), platina móvil…, pero ¿esto justifica esta gran diferencia de precio entre aparatos que ofrecen aumentos muy similares? La clave está en lo que no se ve, la óptica (las lentes de aumento). Cuanto mejor es la óptica de un microscopio más nítidas y detalladas veremos las imágenes, sobre todo a mayor aumento, pero más costará el aparato.
Hablando claro, con un microscopio de 60€, la misma muestra ampliada 1.000 veces se ve mucho peor (con poca definición y detalle, borrosa) que con un aparato de 2.000€.
Otra pequeña complicación es que cuando algo es muy muy fino suele ser transparente, y entonces, para distinguir formas en su interior, hay que teñirlo con algún colorante especial. Por este motivo, muchos microscopios ya vienen con un set de muestras preparadas (cortadas en láminas ultrafinas y teñidas) para que podamos observar sin tener que hacer el trabajo de preparación.
Pero entonces, ¿qué se puede ver al microscopio óptico sin mucha complicación? Pues, además de las muestras ya preparadas que vengan con el aparato o que se puedan adquirir aparte, lo siguiente (seguro que conocéis más ejemplos):
- Sin necesidad de cortar láminas extrafinas ni teñir:
- Levaduras del pan
- Glóbulos rojos
- Pequeñísimos nemátodos o artrópodos
- Protozoos
- Sin necesidad de cortar láminas extrafinas y con tinciones fáciles de realizar:
- Células vegetales
- Células epitelio bucal
¿Cómo usar el microscopio?
Aprender a usar el microscopio no es complicado, pero si requiere bajas expectativas respecto a qué vamos a poder ver, y mucha paciencia para la preparación y el enfoque de la muestra.
Se suele comenzar con el objetivo de menor aumento, para ir buscando la zona de la muestra que más nos interese observar, y luego debemos afinar al máximo el enfoque.
Una vez enfocado debemos pasar al siguiente aumento, girando el revolver, y repetir el proceso de buscar la mejor zona y enfocar de nuevo; es un proceso lento y requiere precisión. Así pasamos de menor a mayor aumento y determinamos con cuál nos quedamos para observar correctamente la muestra en cuestión.
¡Qué lío esto de los aumentos!
Los microscopios tienen dos lentes de aumento, una está en los oculares (u ocular si solo tiene uno) y la otra en lo que se llama objetivo.
Además cuentan con tres o cuatro objetivos de distintos aumentos localizados en una pieza que gira para poder pasar de uno a otro, esta pieza se llama revolver.
Para saber los aumentos totales a los que estamos observando una muestra, tenemos que multiplicar los aumentos del objetivo por los aumentos del ocular. Así, por ejemplo, si el ocular tiene una capacidad de ampliar la muestra de 10x, y estamos usando el objetivo de 40x, estaremos observando la muestra ampliada 400 veces su tamaño natural.
LIBROS QUE PODÉIS UTILIZAR PARA APOYAR LA COMPRA DE UN MICROSCOPIO
Además de la selección que aquí podéis ver, os dejamos también otros libros sobre el tema que nos parecen suuper interesantes.
Desde mi punto de vista el más completo. Nos explica la historia de la microscopia, nos propone actividades sencillas para realizar con el microscopio, explica cómo preparar muestras. Todo de manera casera, sencilla y muy resultona.
Los mundos invisibles de los ANIMALES MICROSCÓPICOS
El libro está estructurado por «ambientes»; así podemos observar las maravillas que esconden el plancton, la arena, el lecho marino, y también entornos más humanizados como la cama, la cocina, etc.; no podía faltar un capítulo dedicado a los parásitos. Cada ambiente contiene una lengüeta desplegable que especifica en con qué aumentos podemos observar los animales y el tamaño real de los mismos. Tenéis una reseña sobre este libro y algunos otros relacionados con lo microscópico AQUÍ.
TU MUNDO A TRAVÉS DEL MICROSCOPIO
Este libro propone una serie de experiencias sencillas que podemos hacer utilizando tanto una lupa como un microscopio básico. También viene con el «plus» de poder construir un microscopio de cartón algo rústico pero que nos permite entender cómo funciona «por dentro» el aparato.
EXPERIMENTOS CON EL MICROSCOPIO
Si bien es un libro un tanto «antiguo», sigue resultando útil para iniciarse en el manejo del microscopio óptico, aunque me parece un poco desproporcionado su precio.
Materiales básicos que podéis adquirir:
Placas petri plástico reutilizables
Cubres y portas para el microscopio
Muestras biológicas para observar con lupa, ya preparadas.
Adaptador para ordenador lupa binocular escolar
Adaptador universal para el móvil (lupa/microscopio/telescopio)