Todo depende “del cristal con que se mire”. ¿No os ha pasado nunca que, tras salir del teatro, felices por haber visto una gran obra, a algun@ de vuestr@s acompañantes le ha resultado decepcionante?
Un mismo suceso puede ser percibido de maneras radicalmente distintas según nuestras experiencias previas, nuestro momento emocional, las expectativas que teníamos o incluso nuestro estado físico.
Tomás, nuestro protagonista, es daltónico, algo que condiciona su visión del mundo. Tomás imagina muchas veces cómo verán la vida las personas no daltónicas, y el fruto de estas reflexiones se plasma en el libro a través de una comida familiar, que será percibida de maneras muy diversas por cada uno de los invitados según su edad, profesión, personalidad, momento vital…
Con un planteamiento y una apuesta gráfica muy curiosa, este álbum nos habla, en definitiva, de diversidad, aceptación de la diferencia y respeto.