Descripción
A Hervé Tullet no le hace falta un derroche de medios -con unos círculos de colores le basta para realizar esta proeza: hacer de la lectura un juego y un placer. En suma, lo que se espera de un buen libro. Estamos ante una obra inteligente, gráficamente arriesgada y a la vez cercana e íntima. Tanto el niño como el adulto se sentirán cautivados y querrán volver al principio una y otra vez.