Earwig y la bruja
Obra de la fallecida Diana Wynne Jones, autora de numerosos libros entre los que destaca la trilogía de Ingary, que much@s conoceréis por las versiones cinematográficas del Studio Ghibli (El castillo ambulante y El castillo en el aire), esta novela me parece una joyita que merece la pena ser incorporada a la colección de cualquier niñ@ de 8-9 años.
Sin demasiado texto y con unas maravillosas ilustraciones en blanco y negro de Miho Satake, Earwig y la bruja tiene los ingredientes que toda novela debe “conjurar” para triunfar entre el público infantil. Con ellos, la autora ha construido un relato fascinante de aventuras, brujas, hechizos y embrujos, que mantendrá, casi con total seguridad, a nuestros peques atrapados en su lectura. Supongo que por eso Ghibli ha escogido este relato para su última película.
¿Pero cuáles son esos ingredientes?
El principal, una pequeña heroína con la que identificarse. Earwig (tijereta en inglés, aspecto que nos clarifican las ilustraciones) es ingeniosa, valiente y con una fuerte determinación. Fue llevada al nacer a un orfanato por su madre, que intenta huir de un grupo de brujas, según la carta que deja sobre el cesto de la pequeña.
Nuestra protagonista es capaz de algo prodigioso, que los adultos siempre acaben haciendo lo que ella necesita. Pero, a pesar de que este, llamémoslo así, “super poder” podría haberla convertido en una persona déspota y egoísta, lo cierto es que en realidad es una personita con mucho sentido común, un “alma vieja” dentro de un cuerpo joven.
Otro ingrediente básico en toda buena historia es el amigo fiel, que en este caso son dos, solo que uno de ellos es un gato negro, algo totalmente lógico si recordamos que hay brujas de por medio.
Y, por supuesto, no podía faltar un ser malvado contra el que la heroína debe luchar. En este caso se trata de la bruja Bella Yaga, nombre que me recuerda irremediablemente a la “Baba yaga” del cuento clásico ruso.
Bella Yaga es una bruja profesional; vende sus servicios a todo cliente que pague su precio. Como es norma general en las brujas, su aspecto es desagradable y peculiar, y su espíritu ruin y mezquino. Decide adoptar a Earwig no guiada por su instinto maternal, sino porque necesita mano de obra barata. Pero, por suerte, Earwig, gracias a su carácter e inteligencia, logrará, contra todo pronóstico, superar los inconvenientes de esta adopción.
¡Ah!, por cierto, que todavía me falta hablaros de “El Hada”, la mejor parte de esta historia; por hada me refiero a esa figura que se presenta como protectora de la heroína, y que, en el peor momento, la ayuda a superar una gran barrera, permitiéndole así conseguir sus propósitos. Lo que ocurre es que en este caso no se trata de un hada exactamente, pero no os quiero desvelar todo…
¡Leed el libro!
¿Te gustaría ver el trailer de la peli?
Título: Earwig y la bruja
Autora: Diana Wynne Jones – Ilustración de: Miho Satake
Edita: Alfaguara – ISBN: 9788420459226
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