Descripción
Somos raros, raros, raros
Y seguro que tú, que ahora nos lees, también.
Un día abriste un libro y ya no lo pudiste cerrar hasta acabar su historia.
Te enamoraste de la literatura, de las aventuras que te proponía, de las mil y una emociones que te hacía sentir. También del uso del lenguaje, de la minuciosa selección de las palabras, del ritmo que la combinación de éstas confería a la historia.
A buen seguro que la cosa fue a más y en algún momento te diste cuenta de que, si ese libro estaba ilustrado, las imágenes tenían un tremendo poder; sin ellas el libro no adquiría un sentido completo.
En ocasiones incluso a través de ellas percibias detalles ocultos, historias paralelas que hacían volar tu imaginación.
Si eres todavía más rarita, no dudo de que además hoy, eres capaz de enamorarte del libro como objeto; el papel, las tapas, las tipografías, tantas pequeñas cosas….
Su olor.
Esta es, sin duda, una historia para ti, para compartir con tus hij@s: Es sobre un señor rarito, rarito, no solo por su aspecto, sino también por su profesión, farero.
Un farero “de los nuestros”, un enamorado de los libros, que un día decidió salir un ratito de su mundo interior, el rico mundo que le ofrecía la literatura, para compartir un poco de esta magia con todo el pueblo.
Es la historia de cómo una sola persona dio alas a toda una comunidad.
Y está escrito en rima, y es un placer leerlo en voz alta, y sus ilustraciones te llevan a otros mundos, y ¡jolín! es de Pedro Mañas Romero y está ilustrado por Beatiz Castro.
¿Qué más necesitas? Ahh claro, ¡la editorial! TINTA CHICA.