Si el mundo entero fuese.

Tapa Dura. 24 x 28 cm. 32 páginas

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Este es uno de esos libros hermosos sobre el duelo, que te hacen soltar alguna lagrimilla, pero con un final donde la aceptación de la muerte es un hecho, y ya no produce dolor, sino bonitos recuerdos.

Una niña recuerda el último año que pasó con su abuelo, al que estaba muy unida. Tras cada recuerdo queda la sensación de no haber aprovechado suficientemente ese tiempo, pues nunca imaginamos que puede ser el último.

Si algo hermoso se desprende de este libro es el mensaje de que cada día debe vivirse con plenitud, porque nunca sabemos que va a pasar.

También hay un detalle final que me parece maravilloso, el abuelo consciente del vacío que dejará en su nieta y sabedor de lo que ama escribir y dibujar, le ofrece una manera de superar su duelo dejándole un último regalo, una libreta artesanal para que ella la llene de dibujos e historias. Y es así como poco a poco, captura los recuerdos que compartió con su abuelo para, en cierta manera, llevar su recuerdo siempre vivo junto a ella.

Te adjuntamos el Booktrailer de la editorial más abajo, en la sección»RESUMEN».